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dirección y buena nueva para los creyentes,

Hemos engalanado a sus propios ojos las acciones de los que no creen en la otra vida. Yerran ciegos.

En verdad tú recibes el Corán de Uno que es sabio, omnisciente.

Al llegar a él, le llamaron: «¡Bendito sea Quien está en el fuego y quien está en torno a él! ¡Gloria a Alá, Señor del universo!

Y: «¡Tira tu vara!» Y cuando vio que se movía como si fuera una serpiente, dio media vuelta para escapar, sin volverse. «¡Moisés! ¡No tengas miedo! Ante Mí, los enviados no temen.

Introduce la mano por la escotadura de tu túnica y saldrá blanca, sana. Esto formará parte de los nueve signos destinados a Faraón y su pueblo. Son gente perversa».

Y los negaron injusta y altivamente, a pesar de estar convencidos de ellos. ¡Y mira cómo terminaron los corruptores!

Salomón heredó a David y dijo: «¡Hombres! Se nos ha enseñado el lenguaje de los pájaros y se nos ha dado de todo. ¡ Es un favor manifiesto!»

Hasta que, llegados al Valle de las Hormigas, una hormiga dijo: «¡Hormigas! ¡Entrad en vuestras viviendas, no sea que Salomón y sus tropas os aplasten sin darse cuenta!»

Pasó revista a los pájaros y dijo: «¿Cómo es que no veo a la abubilla? ¿O es que está ausente?

No tardó en regresar y dijo: «Sé algo que tú no sabes, y te traigo de los saba una noticia segura.

He encontrado que ella y su pueblo se postran ante el sol, no ante Alá. El Demonio les ha engalanado sus obras y, habiéndoles apartado del camino, no siguen la buena dirección,

Alá, fuera del Cual no hay otro dios, es el Señor del Trono augusto».

Lleva este escrito mío y échaselo. Luego, mantente aparte y mira qué responden».

Es de Salomón y dice: '¡En el nombre de Alá el Compasivo el Misericordioso!

Dijo ella: «¡Dignatarios! ¡Aconsejadme en mi asunto! No voy a decidir nada sin que seáis vosotros testigos».

Dijo ella: «Los reyes, cuando entran en una ciudad, la arruinan y reducen a la miseria a sus habitantes más poderosos. Así es como hacen.

Cuando llegó a Salomón. dijo: «¿Queréis colmarme de hacienda? Lo que Alá me ha dado vale más que lo que él os ha dado. No, sino que sois vosotros quienes están contentos con vuestros regalos.

Dijo él: «¡Dignatarios! ¿Quién de vosotros me traerá su trono antes de que vengan a mí sumisos?»

El que tenía ciencia de la Escritura dijo: «Yo te lo traeré en un abrir y cerrar de ojos». Cuando lo vio puesto junto a sí, dijo: «éste es un favor de mi Señor para probarme si soy o no agradecido. Quien es agradecido, lo es en realidad, en provecho propio. Y quien es desagradecido... Mi Señor Se basta a Sí mismo, es generoso».

Cuando ella llegó, se dijo: «¿Es así su trono?» Dijo ella: «Parece que sí». «Hemos recibido la ciencia antes que ella. Nos habíamos sometido.

Se le dijo: «¡Entra en el palacio!» Cuando ella lo vio, creyó que era un estanque de agua y se descubrió las piernas. Dijo él: «Es un palacio pavimentado de cristal». Dijo ella: «¡Señor! He sido injusta conmigo misma, pero, como Salomón, me someto a Alá, Señor del universo».

Dijo: «¡Pueblo! ¿Por qué precipitáis el mal antes que el bien? ¿Por qué no pedís perdón a Alá? Quizás, así, se os tenga piedad».

En la ciudad había un grupo de nueve hombres, que corrompían en la tierra y no la reformaban.

Urdieron una intriga sin sospechar que Nosotros urdíamos otra.

Ahí están sus casas en ruinas, en castigo de su impiedad. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que sabe.

Y a Lot. Cuando dijo a su pueblo: «¿Cometéis deshonestidad a sabiendas?

Lo único que respondió su pueblo fue: «¡Expulsad de la ciudad a la familia de Lot! Son gente que se las dan de puros».

E hicimos llover sobre ellos una lluvia. ¡Lluvia fatal para los que habían sido advertidos...!

¡ Quién, si no, ha creado los cielos y la tierra y hecho bajar para vosotros agua del cielo, mediante la cual hacemos crecer primorosos jardines allí donde vosotros no podríais hacer crecer árboles? ¿Hay un dios junto con Alá? Pero es gente que equipara.

¿Quién, si no, escucha la invocación del necesitado, quita el mal y hace de vosotros sucesores en la tierra? ¿Hay un dios junto con Alá? ¡Qué poco os dejáis amonestar!

¿Quién, si no, inicia la creación y luego la repite? ¿Quién os sustenta de los bienes del cielo y de la tierra? ¿ Hay un dios junto con Alá? Di: «¡Aportad vuestra prueba, si es verdad lo que decís!»

Al contrario, su ciencia no alcanza la otra vida. Dudan de ella, más aún, están ciegos en cuanto a ella se refiere».

¡Esto es lo que antes se nos prometió, a nosotros y a nuestros padres! ¡No son más que patrañas de los antiguos!»

¡No estés triste por ellos ni te angusties por sus intrigas!

Di: «Quizás algo de aquello cuya venida queréis apresurar esté ya pisándoos los talones».

En verdad, tu Señor conoce lo que ocultan sus pechos y lo que manifiestan.

Este Corán cuenta a los Hijos de Israel la mayor parte de aquello en que discrepan.

Tu Señor decidirá entre ellos con Su fallo. Es el Poderoso, el Omnisciente.

Tú no puedes hacer que los muertos oigan, ni que los sordos oigan el llamamiento si vuelven la espalda.

Cuando se pronuncie contra ellos la sentencia, les sacaremos de la tierra una bestia que proclamará ante ellos que los hombres no estaban convencidos de Nuestros signos.

Hasta que, cuando vengan, diga: «¿Habéis desmentido Mis signos sin haberlos abarcado en vuestra ciencia? ¿Qué habéis hecho si no?»

¿No ven que hemos establecido la noche para que descansen y el día para que puedan ver claro? Ciertamente, hay en ello signos para gente que cree.

Verás pasar las montañas, que tú creías inmóviles, como pasan las nubes: obra de Alá, Que todo lo hace perfecto. Él está bien informado de lo que hacéis.

mientras que quienes presenten una obra mala serán precipitados de cabeza en el Fuego: «¿Se os retribuye por algo que no hayáis cometido?»

y de recitar el Corán. Quien sigue la vía recta la sigue, en realidad, en provecho propio. Pero quien se extravía... Di: «Yo no soy sino uno que advierte».